Buenos dÃas, tardes o noches, dependiendo de cuándo leas esto. Hoy vamos a hablar del inconformismo.
Antes de nada, miremos qué significa. Según la RAE, el inconformismo es:
1. m. Actitud o tendencia de la persona que no se conforma con lo establecido y lo rechaza.
Bien, pues yo soy inconformista. Me explico. Muchas veces durante mi vida me han llamado, como poco, arrogante, malcriada y sobre todo, contestona. Cómo me estoy poniendo ahora mismo, eh.

Desde pequeña me han inculcado unos valores muy estrictos, aunque no por ello no me han mimado lo que han podido, y más. Bueno, pues por esos valores y (gracias a quien haya que darlas) un poco de actitud propia y miedo a ser alguien en la vida, no me he rendido.
Durante mis 21 años de vida, he visto a la gente rendirse con su vida, interesarse muy poquito por hacer algo especial. No me refiero a sacarse la carrera de Medicina o Derecho o yo qué sé qué, sino a hacer algo que les llene de verdad, algo que no tuviera que ver con encajar en el grupo y preocuparse si este top queda mejor con ese pantalón.
Volvamos al inconformismo. Es bueno, por supuesto que lo es. Ojalá mucha más gente lo experimentara. Pero… como con todo, hay una parte buena y otra mala. La otra cara de la moneda es bastante irritante, y es que no te permite disfrutar de la vida. Es decir, luchas con todas tus fuerzas por conseguir ese algo que tanto ansÃas, llevas semanas, meses, incluso años tras ello y cuando lo consigues, te alegras, por supuesto que te alegras, pero esa alegrÃa no es como te la imaginabas. Te esperabas algo más, algo distinto. Te quedas con la satisfacción de haber conseguido esa meta pero quieres más, y más, y más… Y te preguntas si realmente hay algo que te llene de verdad, si las personas somos solo máquinas de conseguir objetivos y una vez hecho, se acabó.
¡Pues no! Recientemente yo descubrà mi pasión, lo que realmente me llena y me completa como persona.
Asà que no te rindas, señor/a inconformista.
Pronto llegará esa sensación que tanto estás buscando.