Ay... el amor.
Esa cosa que sentimos y nos hace cuestionarnos todo... todo lo que habíamos sentido antes, todo lo que habíamos vivido antes.
Hay muchas clases de amor: amor hacia la familia, hacia los amigos, hacia tu pareja...
En este caso, hablaremos del último.
Muchas veces me pregunté a mí misma, qué diferencia hay entre el amor y el ''simple'' cariño. No soy ninguna experta, apenas tengo 21 años, pero siento que tengo que hablar del tema; al fin y al cabo ese es el fin de este blog, right?
Creo que hay demasiada gente que prefiere vivir sin él, gracias o por culpa del desamor (o algo parecido) que llegaron a sentir en el pasado, o simplemente porque ven que el amor es algo demasiado complicado para ellos. No les culpo. Yo llegué a pensar eso.
''¿Por qué narices me voy a complicar la vida con una relación o llámalo X si así estoy perfectamente?''
''No dejaré a nadie más que se acerque. Si lo hago así, no acabaré sufriendo.''
Te suenan estas frases, ¿a que sí?
No quiero sonar como la típica chica enamorada positiva que vomita arcoiris allá donde vaya, quiero hacerte saber que si alguna vez te has llegado a sentir así, no te rindas, si necesitas meses, incluso años para ver que el amor de verdad acabará llegando tarde o temprano, y vale la pena, ya lo verás.
Ya sé que probablemente (seguramente) tú ya sabías estas cosas, solo que hace falta que alguien te lo repita de vez en cuando.
Una última cosa más tengo que decirte...
Ten claro que la felicidad está en uno/a mismo/a y que lo más importante es quererse.
Si tienes la suerte de encontrar a la persona que te hace sentir que podrías llegar a compartir esa felicidad con ella (y muy importante, que ella comparta la suya contigo), CUÍDALA,
Hasta la próxima,
Lexa