La verdad te hará libre, pero primero te enfadará

by - abril 02, 2017



A lo largo de mi vida he me he llegado a sentir una capulla. Sí, por expresar lo que de verdad pensaba sobre la gente o sobre cosas en general, sin importarme cómo llegarían a tomárselo o si mi opinión les importaba siquiera.

Menuda capulla, eh.

Según fui creciendo me preguntaba por qué yo no tengo amigos. Rectifico. Por qué yo no tengo tantos amigos como los demás. Pensaba “Joder, pero mira qué bien se llevan todos entre sí, todos se conocen y parecen amigos de toda la vida.

Poco sabía yo sobre los amigos y sobre la vida, en general.

Mi pregunta siempre era “¿Qué tengo yo de malo? El factor común de todas estas relaciones fallidas soy yo, así que el problema será mío, ¿no?”.
La verdad es que no me faltaba razón, el problema era mío. Decir lo que pienso. A la gente no le gusta que le digas la verdad, porque la verdad duele, escuece, y más si alguien te lo dice directamente. No quieren que les digas la verdad, quieren que les digas lo que quieren oír. Esa es la clave de la duración de esas amistades tan vacías que todos hemos tenido o querido tener.

Aún así hay que hacer un inciso. No confundamos ser un capullo, como yo lo solía ser, con ser honesto. Al sospechar cuál era mi problema, probé decir lo que pienso solo cuando me piden mi opinión, y si la piden, intentar no ser tan directa, intentar que no escueza tanto y decirlo dando más rodeos. Si la persona respectiva entendía mi punto, genial, si no lo entendía, también genial porque no le ofendía. 

A pesar de todo, a pesar de ya no ser tan directa e intentar comprender un poco más las relaciones humanas actuales, todavía pienso que los vínculos más reales son entre aquellas personas que pueden decirse lo que piensan sin tener miedo a que la otra parte se enfade. Eso, amigos míos, eso es real.

La verdad, me habría gustado no haber perdido tantas personas importantes para mí simplemente porque no aceptan que les digas lo que piensas sin que te consideren una mala influencia, una persona negativa. Creo que todo en la vida se trata de ser honesto contigo mismo y con los demás, honesto y comprensivo

Aceptar que no todo el mundo es como tú y que todos tenemos una opinión, no sólo es válida la tuya. Eso es lo que hay que tener claro.

Seamos como seamos, a todos nos ha dolido la verdad, todos la hemos negado alguna vez porque vivir en la ignorancia era más fácil que aceptar lo cruel que llega a ser a veces la verdad. A todos nos gusta tener a alguien que nos aplauda todo lo que hacemos, pero ¿acaso es eso lo sano, es eso lo que nos hace crecer como personas, pensar que hacemos todo bien?

Mi conclusión de todo esto es que crezcamos... y toleremos.




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