
Hacía tiempo que no nos sentábamos a hablar tú y yo. ¿Cómo estás? ¿Qué tal te va todo? ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
Quería hablar contigo sobre esto. Muchas veces estamos pasando por momentos difíciles, por los motivos más “tontos”, y no sabemos por qué nos sentimos así. Llegamos a llamarnos egoístas a nosotros mismos porque hay gente que lo está pasando mucho peor, y tú, gracias a Dios, si crees en Él, o gracias la vida, tú tienes una cama, un techo y un plato de comida caliente. ¿Qué razones podrías tener para estar mal?
Es injusto. Es injusto que nos sintamos así. Que pensemos que no podemos estar mal sólo porque otros lo pasan peor.
Te voy a decir una cosa. Puedes estar mal. Y puedes estar mal sin motivo aparente. Puedes sentirte vacío cuando tienes todo lo que aparentemente necesitas. Puedes sentirte solo estando rodeando de gente que te quiere.
Y aún así, ¿por qué te sientes así? ¿por qué nos sentimos así?
No soy psicóloga, pero creo que es porque no hemos aprendido lo más importante para ser feliz, o al menos una cosa muy importante. Aprender a aceptarnos, a querernos a nosotros mismos. A que nosotros somos un entero, lo demás viene dado después. No te preocupes por el futuro.
Eres la persona que más te quiere y necesita, aunque ahora mismo no te des cuenta. ¿Por qué no te atreves a verlo?
Hazte sentir bien. Te lo mereces.
৩ da un paseo por este sitio que tanto te encanta.
৩ acaricia y dale besos a un animalito, la energía que transmiten es increíble.
৩ date una larga ducha, te abre la mente y tranquiliza muchísimo.
৩ come esa comida que tanto te gusta.
৩ mira esa peli que la viste ya 100 veces, y nunca te cansas.
৩ esa serie que te saca tantas carcajadas, recomendable 100%.
৩ escucha música, no tiene porqué ser alegre si no te apetece. Si te apetece llorar, si necesitas llorar, hazlo.
৩ llama a esa persona que tanto echas de menos, dile lo que sientes. No tengas miedo de su respuesta, no te guardes eso dentro.
৩ haz ejercicio, saca esa tristeza y esa rabia que no te deja aceptarte.
৩ habla con ese amigo de toda la vida, el que siempre se queda. O con tu familia, o tu pareja, alguien en quien confíes mucho.
Deja florecer tu yo interior, quiérete, acéptate. Lo demás es secundario.