POR QUÉ NO MIRAR LA BÁSCULA

by - diciembre 04, 2017


Os voy a contar una pequeña historia de lo que me pasó el otro día y me hizo darme cuenta que las básculas son el diablo. 

 Empezando por el principio, claro, he de decir que llevo más de un año ya con cierta angustia sobre mi peso. A decir verdad, es cierto que engordé unos kg pero nada del otro mundo, simplemente creo que mi cuerpo está cambiando y me está diciendo que me acepte tal y como soy ahora ya que... bueno, es lo que hay. 😂  Vas creciendo y demás.

 El caso es que probé las dietas, probé hacer algo de ejercicio... y sí, funcionó. Hasta que la dieta terminaba y engordaba otra vez y volvía a mi sedentaria vida de koala. 

 Así que me dije... “«Oye... creo que ya es hora de que te aceptes tal y como eres ¿no?»” ... y ese fue mi pensamiento durante muuuchos meses. 

 Y creo que empezaba a funcionar. Me miraba al espejo y me veía bien, me veía guapa, incluso aumentó mi autoestima. Porque seamos sinceros, siempre he sido una bolita de inseguridad a pesar de que quisiera demostrar lo contrario. 

 Hasta que... *redoble de tambores*, el otro día se me ocurrió la pésima idea de subirme a la báscula.



 Mala, horrible, pésima idea. 

 Todas mis inseguridades volvieron a mi cabeza. Solo por la báscula. De repente me sentí un número otra vez, de repente pensé que qué había pasado con mi cuerpo, que por qué yo era así ahora. Y sobre todo estaba enfadada conmigo misma por no hacer nada para “arreglarlo”.

 Desgraciadamente aquí no hay final feliz. No hay final todavía, simplemente estoy todavía luchando conmigo misma.

 Así que pensé en escribir sobre esto, que estoy segura que much@s de vosotr@s me pueden llegar a entender. Y si eres de las personas tan suertudas que lograron aceptarse a sí mismas, por favor dime tu secreto. 😂

 Ahora ya hablando más seriamente... Esto es un problema grave, y ya no estoy hablando de mí. Estoy hablando en general. Estoy segura que muchísimas personas comparten mi problema y eso es grave. Es grave, triste y preocupante que no podamos aceptarnos a nosotros mismos simplemente por lo que dicta una máquina. Si estás entre -x- e -y- kg bien, si no, te sientes lo peor del mundo. No es simplemente que te veas mal físicamente, es que te afecta a todos los aspectos de tu vida, por mucho que intentes que no sea así. Y es triste.

 ¿Vosotros tenéis este problema? ¡habladme, igual lo superamos juntos!

  La teoría ya la sabemos, ahora ya sólo falta la práctica.

Hay que ser felices.


You May Also Like

0 comentarios