POR QUÉ NO MIRAR LA BÁSCULA
Os voy a contar una pequeña historia de lo que me pasó el otro día y me hizo darme cuenta que las básculas son el diablo.
Empezando por el principio, claro, he de decir que llevo más de un año ya con cierta angustia sobre mi peso. A decir verdad, es cierto que engordé unos kg pero nada del otro mundo, simplemente creo que mi cuerpo está cambiando y me está diciendo que me acepte tal y como soy ahora ya que... bueno, es lo que hay. 😂 Vas creciendo y demás.
El caso es que probé las dietas, probé hacer algo de ejercicio... y sí, funcionó. Hasta que la dieta terminaba y engordaba otra vez y volvía a mi sedentaria vida de koala.
Así que me dije... “«Oye... creo que ya es hora de que te aceptes tal y como eres ¿no?»” ... y ese fue mi pensamiento durante muuuchos meses.
Y creo que empezaba a funcionar. Me miraba al espejo y me veía bien, me veía guapa, incluso aumentó mi autoestima. Porque seamos sinceros, siempre he sido una bolita de inseguridad a pesar de que quisiera demostrar lo contrario.
Hasta que... *redoble de tambores*, el otro día se me ocurrió la pésima idea de subirme a la báscula.
Mala, horrible, pésima idea.
Desgraciadamente aquí no hay final feliz. No hay final todavía, simplemente estoy todavía luchando conmigo misma.
Así que pensé en escribir sobre esto, que estoy segura que much@s de vosotr@s me pueden llegar a entender. Y si eres de las personas tan suertudas que lograron aceptarse a sí mismas, por favor dime tu secreto. 😂
Ahora ya hablando más seriamente... Esto es un problema grave, y ya no estoy hablando de mí. Estoy hablando en general. Estoy segura que muchísimas personas comparten mi problema y eso es grave. Es grave, triste y preocupante que no podamos aceptarnos a nosotros mismos simplemente por lo que dicta una máquina. Si estás entre -x- e -y- kg bien, si no, te sientes lo peor del mundo. No es simplemente que te veas mal físicamente, es que te afecta a todos los aspectos de tu vida, por mucho que intentes que no sea así. Y es triste.
¿Vosotros tenéis este problema? ¡habladme, igual lo superamos juntos!
La teoría ya la sabemos, ahora ya sólo falta la práctica.
Hay que ser felices.
0 comentarios