Cuando hablamos de «pasar página», pensamos directamente en la ruptura de una pareja, pensamos en nuestro ex.
Pero no, se puede, mejor dicho, se tiene que saber pasar página de otro tipo de situaciones también.
Ponte en el caso de una amistad que adorábamos mucho, de repente, por x o por y, ya no está, se acabó. ¿Qué hacemos ahora?
¿Nos ponemos a llorar, a lamentarnos, a preguntarnos qué habrá ido mal para acabar, y para acabar así? Pues seguramente, como diría 8CHO.
¿Y luego qué? ¿Cuánto más piensas estar así, llorando en tu cama, llorando en la ducha, recordando lo que fue y ya no es? Pues eso ya depende de ti.
Soy la menos indicada para darte ningún tipo de consejos sobre pasar página, porque amigo/a mío/a, soy lo más emo que te puedas encontrar.
Aún así, levanta ese culo y cambia las cosas. Coge las riendas de tu vida.
Si esa persona valía la pena, pues oye, es comprensible que te apene que se haya acabado vuestra relación, pero si esa persona era un pequeño trozo de mierda, amigo/a mío/a, qué narices estás haciendo.
¿Me estás intentado decir que estás mal por alguien que solo traía cosas malas a tu vida, que te hacía sentir miserable cada dos por tres, y si pudiera, probablemente te seguiría haciendo daño desde la distancia? Fuck that bitch, sis.
En serio. Coge las malditas riendas de tu vida. Esto quedará igual un poco cursi, pero tú eres una mariposa, y tus alas se queman cada vez que estás cerca de gente así.
Por eso y por más, pasa página.
Recuerda que no necesitas a nadie para ser feliz, y sobre todo, recuerda que había vida antes de esa persona.
Rise, darling.